Gastronomía

Picanteras bajarán precio de comida y aseguran no permitirán se pierda la tradición gastronómica

16 de julio de 2020

Comienzan a reactivar negocios con nuevas medidas de salubridad.

Las picanteras de Arequipa, miembros de la Sociedad Picantera de Arequipa (SPA), señalaron que reducirán el precio de la comida para facilitar el acceso a la ciudadanía en un afán de que la tradición gastronómica arequipeña no se pierda.

Por: Roy Cobarrubia V.

El sector con mucho optimismo se adecua a las normas y protocolos para evitar los contagios de la COVID-19, enfermedad que ha complicado su labor en los últimos tiempos dañando una cadena productiva que iba en auge.

“Tenemos que empujar el carro de la SPA, la pandemia va a pasar, y para la picantera arequipeña, significará un crecimiento que será apoteósico, va a demorar, pero el carácter indomable de la mujer arequipeña va superar este nuevo reto. Nuestras mesas solo están arrinconadas. Estamos fortalecidas, y el camino está marcado para las siguientes generaciones. Vamos a atizar ese fuego para que arda con fuerza. Se van a bajar los precios, vamos a ganar poco dinero, realizaremos almuerzos, unos cuantos extras, vamos a ganar poco, es cierto, pero vamos a empezar… Estamos débiles, pero con la buena chicha vamos a levantar al pueblo”, dijo Saida Villanueva, dueña de la picantería La Cau Cau II para señalar que pretenden modificar las tarifas de sus comidas.

Debe recordarse que el sector hasta antes de la declaratoria del Estado de Emergencia iba en auge, luego de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en una gestión de la Subgerencia de Relaciones Exteriores, dirigida por Guadalupe Vásquez, y la Municipalidad Provincial de Arequipa, a cargo de Omar Candia, logrará que se declarará a Arequipa como Ciudad Creativa en Gastronomía.

“Hay muchas picanterías que no se han reactivado y las que ya han abierto sus puertas son un ejemplo. Pero hay algunas picanterías como Las Nieves que no va a ser delivery, va a esperar en su picantería para llevar, siempre respetuosos de los protocolos. Y no hacemos delivery porque el transporte genera un costo adicional y para esta economía devastada no es posible, y como dijo Saida va a haber un cambio, pero no dejando nuestra tradición y la calidad de comida que siempre hemos ofrecido a nuestros clientes. El transporte y los táperes, generan un costo, y además somos conscientes de la contaminación, he visto que todo es bolsa, bolsa, y eso es preocupante. También nosotros, no podemos dejar la familia, nuestro equipo de trabajo es importante para nosotros, no estamos de acuerdo con los despidos masivos. En este tiempo estamos trabajando y llevando con nuestros trabajadores una ayuda constante”, señaló Tatiana Villavicencio de la picantería La Nieves. 

Las cocineras de comida arequipeña señalaron que se han adecuado a los protocolos establecidos por el Ministerio de la Producción. Un proceso que les ha costado dinero y esfuerzo. Por ello, exigieron a las autoridades puedan realizar un trabajo de fiscalización al precisar que existen negocios que sin respeto de la norma comenzaron a trabajar exponiendo al comensal arequipeño.  

“También estamos preocupados porque hemos visto que hay muchos negocios que han abierto sin ningún tipo de protocolo y eso es muy grave, si bien todos tienen la necesidad de trabajar, también debe haber el respeto al prójimo, todos deben cumplir su tarea. Hago un llamado a los alcaldes y cabezas de distrito para que fiscalicen, hay muchos que dan vergüenza porque no se comprometen. Necesitamos que en cada distrito hagan cumplir los protocolos”, dijo Villavicencio. 

Mónica Huerta, dueña de la Nueva Palomino, explicó que el proceso de adecuación ha sido difícil. En su empresa el proceso fue de cerca de dos meses. La cocinera arequipeña señaló que el sector ha cumplido con todas las normas de salubridad, y que la ciudadanía tenga confianza en que la comida arequipeña será preparada bajo un protocolo estricto.

“El protocolo es muy complejo, es muy difícil de poder hacerlo, al inicio fue muy incierto, y nos ha tomado dos meses implementarlo, teníamos muchas dudas. Pero es viable, además hubo una serie de cosas que no había, como el termómetro infrarrojo. El problema fue que de acuerdo al protocolo se tenía que hacer cambios en cocina, y no había mano de obra, pero existía la necesidad de hacerlo poco a poco. Teníamos también una carga fuerte de personal, y eso nos exigía para que este grupo pueda llevar algo a sus familias”, relató Huerta al precisar que al fin de toda la gestión lograron adecuarse a la norma sanitaria.

DATO

En otro momento indicó que el sector ha sido golpeado económicamente, pero que en afán de rescatar la cultura, historia y tradición arequipeña continuarán en la labor. Además, requirió a las autoridades no dejar que muera la cocina arequipeña y pueda tomar interés en el sector gastronómico.

“Es cierto, las ventas han bajado notablemente. No estamos preparados para un delivery, pero son pasos de fe, grandes pasos que estamos dando… Pienso que este es un nuevo comienzo, con cosas pequeñas y un aprender distinto, es una nueva etapa, planificamos más a detalle, y tratamos de no perder la esencia, no queremos perder el contacto con el cliente. Ha sido difícil apagar los fogones después de tantos años. Tengo fe y esperanza de que será mejor”, declaró Huerta.

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