Columna

Sin miedo a vivir

1 de abril de 2021
Foto: Bjenny Montero

Por: Gabriel Herencia

He notado algunas cosillas de muchas personas últimamente aquí en las redes, supongo que es por la cuarentena.

Y no digo solo de mis contactos, lo digo en general, que ante noticias sobre el como la naturaleza empieza a darse un respiro y a retomar lugares que los humanos les quitamos, como respuesta dicen que nosotros somos el virus y que ojalá el coronavirus nos erradique. A este punto se suma, me parece, otra conclusión a la que llegan, no tener hijos, porque estamos en un mundo de porqueria y que para que traerlos, si todo ya está consumado.
¿En serio somos tan antropocentristas y egoístas? A ver, díganme cuando ha estado bien el mundo, cuando se dijo, oh, qué maravilloso momento para tener hijos, ven mi amor, hagamoslos. ¡Nunca!
Este pedazo de roca espacial que nos alberga siempre ha estado de caos en caos, de problema en problema y a pesar de esto nos hemos reproducido y esparcido por cual rincón habitable hemos encontrado a pesar de guerras, pestes, precarios sistemas de salud, pésima educación, con crisis económicas, políticas, etc. Es más, se aprendió a ver a los bebés como símbolo de supervivencia y fuimos nosotros mismos los que nos sacamos de esos momentos oscuros por los que la humanidad ha pasado.
Eso se nos ha enseñado y eso tenemos que hacer ahora, para también dejar registro que fuimos dignos y estuvimos a la altura de nuestros antecesores planteándole cara al presente.
Ahora bien, si en gran parte este mundo está mal, es por nuestro egoísmo. Te gusta que la naturaleza retome esos espacios que siempre fueron de ella, pues cuando pasemos todo este periodo de cuarentena y coronavirus, se responsable, empático, recoge tu basura, limpia, haz voluntariado de impacto medioambiental, ámate y ama todo lo que esté a tu alrededor que para eso tenemos raciocinio, lucha por mejores leyes, genera propuestas, gestiona soluciones. Se supone que para eso tenemos cerebro, para hacernos responsables y ayudar a que este mundo sea mejor, sacarlo a flote de la mierda que nosotros hemos provocado.
Qué fácil es decir, murámonos todos y no importa el resto, me zurro en las generaciones que vienen y en la naturaleza decadente que tenemos. Eso es ser egoísta e irresponsable.
Si te molesta el mundo por como está ahora y no piensas hacer nada, mejor es callar, solo harías ruido y somos muchos los que de una u otra manera, a pesar de nuestros errores, asumimos las falencias de todo esto y queremos cambiarlo.

Que la cuarentena y la crisis mundial no te vire la mirada ni te distraiga, ni te ponga medio sensiblon que no se habla de situaciones personales, hablamos del mundo, ese que tenemos que hacerlo todos.

Gabriel, no desvaríes
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